domingo, 3 de julio de 2011

LOS CHILES EN NOGADA

Cuentan algunos historiadores que tras la firma del Tratado de Córdoba, el 24 de agosto de 1821 (en el que España reconocía oficialmente que México era un territorio independiente), entre Juan de O' Donojú, teniente general de los ejércitos de España, y Agustín de Iturbide, primer jefe del ejército imperial mexicano de las Tres Garantías, se hizo planear un festejo de proporciones monumentales.

Como era de esperarse, la conmemoración se llevaría a cabo en la capital del país, (en ese tiempo la ciudad de Puebla), el 27 de agosto, para lo cual se encargó a las monjas del convento de Nuestra Madre Santa Mónica, de la Orden de Recoletas de San Agustín, preparar para la ocasión, chiles en nogada, pues a ellas se reconoce como creadoras de la receta.
Casualmente, o tal vez no tanto, la fecha de la festividad coincidía con el cumpleaños del emperador Iturbide, a quien se le hizo creer que el platillo fue elaborado por primera vez para festejarlo. No obstante, para esta ocasión hubo una innovación en la presentación, la cual consistió en adornar el plato con los tres colores de la bandera:

Verde. Una banda con perejil fresco. 
Blanco. La nogada o salsa de nuez es casi blanca. 
Rojo. Los granos de granada fueron el complemento perfecto. 

Para preparar los chiles en nogada se usan obviamente chiles poblanos; pero en Santiago Miahuatlan se usan también los chiles miahuatecos, los cuales se diferencían de los primeros por su tamaño menor y por su forma alargada y menos abultada que los primeros.
Raul Bringas Nostti opina que la historia de los chiles en nogada es solo un mito, pues no se menciona dicho platillo en la época de Iturbide, situándolo más bien como una invención en la época porfiriana.

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