Pondré un ejemplo: Antes de labrar la tierra para sembrar maíz se pedían las fuerzas suficientes a Quetzalcóatl; una vez barbechado se invocaba a ciertos espíritus pidiéndoles protección contra animales destructores de plantíos como ratas, tuzas, tejones y ardillas. Hasta entonces el terreno era sembrado con reverencia. Una vez germinadas las semillas se incensaban los campos con copal y se le pedía renovada protección a los espíritus. Para deshierbar los campos se ofrecía como sacrificio una gallina y se quemaba copal, pidiéndole asi mismo fuerzas a Quetzalcóatl. Al brotar las primeras mazorcas se ofrecían pulque, sacrificio de gallina, copal y una vela de cera. La cosecha de las mazorcas igualmente estaba llena de rituales dedicados a Chicomecóatl. (Teogonía e Historia de los mexicanos, Ángel María Garibay, Porrúa, págs 127 y 128).
En Tehuacán, hasta hace unas décadas, los campos eran bendecidos en solemnes misas a fin de tener buenas cosechas. Éstos actos se llevaban a cabo en las Ferias de las Espigas.
La introducción de ganado en la Nueva España y las actividades de sacrificio de éste no iban a ser la excepción en cuestión muestras de muestras de religiosidad por parte de la gente del pueblo.
Al sincretizarse las creencias, previamente al inicio de la matanza se ofrece incienso, se canta el alabado pidiendo permiso a Dios para llevarla a cabo a fin de evitar desgracias a los matanceros por las acciones que se van a realizar.
Inspirados en ésta tradición en Tehuacán, el profesor Samuel Ortíz Guevara ideó la coreografía de la Danza de la Matanza con música del profesor Eusebio Carrillo Castillo. Dicha danza fue acreedora a un premio nacional en el programa televisivo “Sube Pelayo, sube” en los años 70’s. Desde entonces la danza de la matanza es una de las piezas musico-bailables más representativas de nuestra ciudad.
Los rituales de la matanza encuentran su origen a finales del siglo XVII cuando las matanzas eran en mayor escala: se tenían por costumbre bailar la última noche del encierro un chivo grande adornado con flores de sempasúchil, obsequiado a los matanceros. Alguno de ellos tomaba al animal por las patas delanteras y dándole algunas vueltas “bailaban” con él.
Hay discrepancias respecto al origen de la tradición de la matanza; Huajuapan de León Huajuapan y Tehuacán se disputan no solo el hecho de ser el origen de la tradición sino también del exquisito platillo derivado: el mole de caderas, actualmente un manjar costoso. Fue un guiso ideado por los indígenas a quienes los hacendados solían regalarles los huesos de los chivos y otras piezas de menor valor que la carne y que fue evolucionando al incluir diversos ingredientes en su preparación que lo hacen digno de ser considerado un plato de alta cocina. Todo parece indicar que en verdad fue en Huajuapan y no en Tehuacán donde se originó, pero es un hecho que en Tehuacán estas tradiciones arraigaron fuertemente y el mole de caderas se enriqueció.
La tradición de La Matanza ha sido objeto de alteraciones y exageraciones en cuanto a su historia al darle un sentido mítico y religioso. En verdad se trató de una actividad económica estacional que se habría llevado a cabo con rituales de por medio o no. Raúl Bringas Nostti menciona que los hacendados solían proporcionar licor a los matanceros, quienes ya en estado de ebriedad se lanzaban a la estremecedora labor de sacrificio de miles de chivos con el impresionante derramamiento de sangre, y sin mas miramientos que los de ganarse una buena paga por jornada realizada.
De otra fuente, supe que en una hacienda de Tehuacán, los matanceros eran ayudados por sus esposas, quienes arrastraban los chivos muertos por sus maridos y los apilaban para contarlos una vez acabada la faena, pues su paga sería proporcional al número de chivos muertos.
En todo caso, lo más probable es que la Tradición de la Matanza no haya tenido una sola manera de llevarse a cabo, sino mas bien tuvo distintos procedimiento de acuerdo a la costumbre de cada hacienda dedicada a ella.
Hay discrepancias respecto al origen de la tradición de la matanza; Huajuapan de León Huajuapan y Tehuacán se disputan no solo el hecho de ser el origen de la tradición sino también del exquisito platillo derivado: el mole de caderas, actualmente un manjar costoso. Fue un guiso ideado por los indígenas a quienes los hacendados solían regalarles los huesos de los chivos y otras piezas de menor valor que la carne y que fue evolucionando al incluir diversos ingredientes en su preparación que lo hacen digno de ser considerado un plato de alta cocina. Todo parece indicar que en verdad fue en Huajuapan y no en Tehuacán donde se originó, pero es un hecho que en Tehuacán estas tradiciones arraigaron fuertemente y el mole de caderas se enriqueció.
La tradición de La Matanza ha sido objeto de alteraciones y exageraciones en cuanto a su historia al darle un sentido mítico y religioso. En verdad se trató de una actividad económica estacional que se habría llevado a cabo con rituales de por medio o no. Raúl Bringas Nostti menciona que los hacendados solían proporcionar licor a los matanceros, quienes ya en estado de ebriedad se lanzaban a la estremecedora labor de sacrificio de miles de chivos con el impresionante derramamiento de sangre, y sin mas miramientos que los de ganarse una buena paga por jornada realizada.
De otra fuente, supe que en una hacienda de Tehuacán, los matanceros eran ayudados por sus esposas, quienes arrastraban los chivos muertos por sus maridos y los apilaban para contarlos una vez acabada la faena, pues su paga sería proporcional al número de chivos muertos.
En todo caso, lo más probable es que la Tradición de la Matanza no haya tenido una sola manera de llevarse a cabo, sino mas bien tuvo distintos procedimiento de acuerdo a la costumbre de cada hacienda dedicada a ella.
Las haciendas de San Lorenzo, La Huerta, El Carnero, Chapultepec, San Buena Ventura, San Francisco, El Riego, han sido testigos de la Matanza durante muchos años.
Danza de la Matanza por el grupo Son de Grana
No hay comentarios:
Publicar un comentario