CEREMONIA DEL XIHUITL

El llamado "hombre topo"

El profesor Fernando Ximello, amante y conocedor de la historia de Tehuacán ha indagado en base a vestigios hallados y propone que los antiguos pobladores de la región de Tehuacán llevaban a cabo una ceremonia cada 16 de marzo (según el calendario cristiano) en el cual la gente daba la bienvenida al "nuevo sol", empuñando y blandiendo varas de una planta local llamada xíhuitl, justo a la hora en que éste asomaba en el firmamento al amanecer, en un acto ngiwa equivalente al Año Nuevo cristiano.
Ésta ceremonia se llevaría a cabo en algún centro ceremonial de importancia tal como la pirámide hallada en la cúspide  del Cerro de la Mesa, en San Diego Chalma, lugar donde se asentaban los antiguos tehuacaneros (ngiwas).

La Danza del hombre-topo

En la zona se halló una figurilla de barro que representa a un personaje adornado con un tocado que ha sido interpretado como la figura de la cabeza de un topo. El profesor Ximello propone que la ceremonia del xíhuitl, acontecimiento que seguramente era sumamente importante en el contexto indígena prehispánico, era complementada con una danza que ha denominado la "Danza del Hombre Topo". Mientras la gente daba la bienvenida al nuevo sol, el hombre "topo", dada la naturaleza subterránea de  la vida de dicho animalillo, conduciría al viejo sol a su retiro por las profundidades de la tierra y acto seguido daría la bienvenida al nuevo sol que los alumbraría durante otro ciclo más.
Es de mencionar que según investigaciones del profesor Ximello, cada 16 de marzo ocurre una alineación de los primeros rayos del sol con unas de las peñas del cerro colorado, alineación apreciable desde la ciudad sobre una línea imaginaria a la que ha denominado "línea equinoccial" y que pasa muy aproximadamente por la actual calle 2 oriente.

Hace unos años, justo al amanecer de un 16 de marzo, la ceremonia fue recreada (luego de en teoría cientos de años desaparecida) en las ruinas del Cerro de la Mesa, al pie de la pirámide principal con la participación de mucha gente entusiasta de la historia y costumbres antiguas de Tehuacán, y aún de las autoridades municipales, pero por razones de conservación de monumentos históricos, en las ocasiones posteriores dicho ritual fue desplazado consecutivamente a un cerro vecino al cerro de la mesa y al Parque Guadalupe, frente a las ruinas de El Calvario en Tehuacán, lugar escogido por razones históricas debido a que se supone la existencia de una pirámide prehispánica sepultada bajo las ruinas de la iglesia de el Calvario, y porque se cree que en éste sitio fue sepultada Metztli  la ultima sacerdotisa-gobernante del antiguo Tehuacán.