Corría el fin del siglo XIX
para Tehuacán. El Ingeniero Mariano Téllez Pizarro se había
graduado de la Academia de San Carlos y fue quien tuvo la feliz
ocurrencia de conectar a Tehuacán con la vía ferroviaria que corría
entre México y Veracrúz y que hacía poco había sido terminada en
1873, siendo ésta iniciada por Maximiliano, continuada por Juárez y
concluida por Porfirio Díaz.
La distancia a dicha vía era
relativamente corta (unos cincuenta kilómetros) por lo que Mariano
Téllez Pizarro emprendió el proyecto de construir un ramal férreo
que viniera a Tehuacán a fin de explotar todo el potencial económico
de ésta zona. Porfirio Díaz, quien era muy querido en ésta ciudad,
manifestó vivo interés por la construcción de dicho ramal.
El Ingeniero Téllez determinó
que el mejor punto para el entronque del ramal eran unos campos de
cultivo conocidos como La Esperanza, cuyo propietario aceptó donar
los terre4nos necesarios para la construcción. La obra fue iniciada
el 20 de julio de 1878.
La construcción del ramal se
hizo a un ritmo frenético. Se trataba de una vía angosta diseñada
no para el paso de locomotoras sino de pequeños vagones tirados por
mulas. La obra quedó terminada el 24 de diciembre de 1879 y fue
inaugurada con una gran fiesta popular mayormente financiada por el
gobierno federal, estando presentes el mismo Porfirio Díaz, el entonces gobernador de Puebla Juan crisóstomo Bonilla, los gobernadores Oaxaca y Veracrúz, el concesionario Téllez
Pizarro, miembros de le élite empresarial mexicana, gran parte del
gabinete, algunos generales de mayor peso y el cuerpo técnico de
extranjeros involucrados en la construcción.
El Ayuntamiento de Tehuacán
donó el terreno donde se construiría la estación; en la esquina de
las actuales calles Reforma Norte y 4 Oriente y que formaba parte de
la huerta del ex-convento El Carmen aunque dicha estación se terminó
hasta varios años después.
La presencia del ramal
ferroviario le dio un gran impulso económico y turístico a los
usuarios que pudieran pagarlo. En Tehuacán había muchos empresarios
especializados en el transporte de carga y pronto resintieron la gran
competencia que les representaba la vía férrea.
Las grandes ganancias que
dejaba el ramal a Tehuacán pronto despertó la ambición de personas
que intentaron arrebatarle el control a Téllez Pizarro. Se dio
entonces una guerra deleznable contra el padre del proyecto con quien
se había acordado que tendría la concesión por diez años, pero a
escasos dos años de funcionar ya enfrentaba infames presiones de hacendados
tehuacaneros, del propio Ayuntamiento y de personajes célebres como
Matías Romero y en especial del nuevo presidente de la República
general Manuel González Flores, compadre y títere de Díaz.
Ante las poderosas e
insuperables presiones, Téllez renunció el 12 de junio de 1882 a
su concesión y patrimonio de sus hijos mediante una carta dirigida a
Manuel González Flores, quien posteriormente compró la línea
Esperanza-Tehuacán y cedió los derechos a una empresa privada con
quien guardaba vínculos.
Fue así como el padre del
ferrocarril en Tehuacán fue despojado ingratamente de su proyecto,
víctima de la virulenta corrupción del régimen de Porfirio Díaz.
Posteriormente la línea
férrea recibiría mayor impulso y desarrollo, pero en Tehuacán se
le agradecía el ramal a Porfirio Díaz y no a su verdadero autor, el
ingeniero Mariano Téllez Pizarro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario